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lunes, 27 de agosto de 2012

La cebolla parte 3, Efectos en las enfermedades circulatorias y respiratorias




También se conoce desde muy antiguo el efecto diurético de la cebolla en relación conlas enfermedades circulatorias y reales. Cuando los medicamentos fracasan, una cura de cebollas durante tres días puede hacer desaparecer acumulaciones de agua en las piernas, el vientre, el hígado, la pleura y el pericardio, porque el aceite de etéreo, los ácidos sulfaciánico y silícico y el contenido de magnesio secan los tejidos facilitando el filtrado renal de agua y sal. Pero probablemente el efecto no se debe tan sólo a esa influencia sobre la irrigación de los tejidos renales, sino también a un mejor funcionamiento del corazón, ya que las cebollas, al menos según se ha podido demostrar en experimentos con animales, contienen elementos estimulantes par el corazón. Los compuestos sulfociánicos actúan además como factores que hacen descender la tensión sanguínea (hipotensores), para efectuar una cura de cebollas se toman de 10 a 115 o más cebollas diarias de tamaño medio con miel para mejorar su sabor o como ensalada con zumo de limón, aceite y nata ácida. Una cura de cebolla puede prolongarse durante varias semanas.
¿Quién no conoce el tradicional jarabe de cebolla como medicina en las afecciones catarrales de las vías respiratorias? Esa aplicación está perfectamente justificada. El aceite etéreo es eliminado en gran parte a través de los pulmones, como ocurre con el puerro y el ajo, con lo que al resolver la congestión de los vasos y pequeños conductos respiratorios, facilita la expectoración y calma la tos y la irritación.

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