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lunes, 27 de agosto de 2012

Baños relajantes con esencias.

Baños Relajantes

Si quiere darse unos buenos baños relajantes, lo primero poder disponer de un mínimo de media hora para desconectar del mundo exterior por completo.
Preparando un buen baño relajante
Además de llenar la bañaera hay que dejar a mano todo aquello que podamos necesitar para los baños relajantes, y no debemos olvidar poner una música suave de fondo, la música melódica, clásica o renacentista suele ser ideal para sacudirnos de encima el estrés.
La temperatura ideal del agua para los baños relajantes, oscila entre 30/32 grados. Cuando uno se baña, el agua caliente y el vapor hacen que los poros de nuestra piel se abran y estén más receptivos a las propiedades terapéuticas y curativas de hierbas y plantas.
Es por esa razón que podemos aprovechar estos baños relajantes para añadir al agua aceites de baño con importantes propiedades.
Algunos de los aceites más usados para disfrutar de un buen baño relajante son: 
  • Aceite de pino: relajante y muy apropiado para las personas afectadas de reumatismo.
  • Aceite de menta: estimulante, refrescante y analgésico.
  • Aceite de eucalipto: estimulante y balsámico.
  • Aceite de romero: relajante, desinfectante y curativo.
  • Aceite de lavanda: relajante y tonificante.
Pero si hoy no dispone de éstos productos para los baños relajantes, siempre hay remedios caseros para todo. Se puede preparar una infusión bien fuerte de manzanilla, menta o valeriana y diluirla en su bañera, o en su defecto, un buen puñado de sal gorda.

Otros consejos caseros para los baños relajantes

  • Para los baños relajantes aromático: basta mezclar un cuarto de taza de aceite de bebés con unas gotas de perfume en la bañera llena de agua.
  • Para los baños relajantes: agregar al agua caliente o tibia según se quiera media taza de bicarbonato de sodio.
  • Para un baño muy agradable: poner dos cucharadas de aceite para broncearse en una bañera de agua caliente.
  • Uno muy particular: se logra con la mezcla de seis cucharadas de mostaza con un puñado de sal. Se debe agregar al agua cuando la bañera se está llenando.
  • Unos baños relajantes, suavizantes: se logra con media taza de leche en polvo, simplemente se le agrega al agua tibia de la bañera.
  • Un baño de espuma: se pone una tapa llena de champú bajo el chorro de la bañera mientras ésta se llena hará un baño maravilloso. A falta de champú también se puede usar una pastilla de jabón.

Primeros instantes de los baños relajantes

Una vez preparado el baño, en los primeros cinco minutos no debe hacer nada, sólo dejar la mente en blanco y relajarse.
Una vez pasado este tiempo, realice un masaje por todo el cuerpo con un guante de crin, pero siempre en dirección al corazón. Una vez finalizado el baño dese una ducha fría de forma ascendente, es decir, empezando por los pies. Esta ducha final servirá de masaje estimulante.
Recuerde que los baños relajantes nunca debe exceder de 15 minutos, de lo contrario el agua caliente resecará su piel.
Una vez finalizado el baño, envuélvase en el albornoz y túmbese durante cinco minutos. A continuación, dese un lento masaje con una buena crema hidratante para recuperar la grasa perdida.
Procure acostarse temprano y descansar las horas necesarias para que el cansancio no se vea en la piel.

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