Los albaricoques contienen
sólo una pequeña cantidad de proteínas que no llegan al 0,8 % de grasas y el
10-12 % de de hidratos de carbono. Es un alimento energético de poco valor. En
estado seco, una vez que el elevado contenido en el agua de los frutos frescos
ha descendido del 86 % al 23 %, su valor
energético queda considerablemente aumentado, lo mismo que las proteínas que
ascienden al 5% del peso, las grasas al
0,4 % y los hidratos de carbono al 67%. Los frutos frescos producen 50 calorías
por cada 100 g mientras que los secos llegan hasta 300 calorías. Su composición
tiene un porcentaje relativamente elevado en hierro y cobre, por lo que los
albaricoques forman parte de los regímenes indicados en las anemias de todo
tipo.
La más interesante de todas sus características es su
elevado contenido en vitamina A, realmente extraordinario, pues da 500-3000
U.I. % en los frutos frescos y hasta 7430 en los desecados. Los frutos secos
cocidos reducen estas cifras a 2000 U.I. mientras que los azucarados y en conserva
tan sólo tienen 1350. Por lo que respecta
a las otras vitaminas, contienen los albaricoques la respetable cantidad
de 10 gammas de vitamina B1, 160 gammas de B2, 12 mg de C y 33 mg de ácido nicotínico
por cada 100g de albaricoque desecado.
Su excepcional contenido en vitamina A hace de los
albaricoques un régimen alimenticio de elección en los casos de deficiencias en
esta vitamina, así como en las alteraciones de la piel y de las mucosas,
infecciones cutáneas, en la ceguera nocturna, en los períodos de gestación y
lactancia, en la convalecencia de las enfermedades graves, especialmente las de
origen infeccioso, en los procesos de curación lenta, inapetencia, debilidad,
anomalías del crecimiento, enfermedades glandulares, procesos patológicos de la
células hepáticas y de su funcionamiento y finalmente en las alteraciones de
las menstruación y en la debilidad de los órganos femeninos.
La mejor forma de utilización con los frutos secos
ablandados con el zumo, fríos o calientes, pero nunca cocidos, al principio de
las comidas.
Fuente: “La alimentación y la salud” del Dr. Ernesto Schneider.
Fuente: “La alimentación y la salud” del Dr. Ernesto Schneider.
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